Crepúsculo, aurora y progreso
Progreso
A W. B.
El sueño de la razón produce monstruos;terribles monstruos que surgende las profundidades del bosqueque fue nuestro íntimo refugio.Atormentadores endriagosde mil rostros y cien mil manosque nos escupen a la cara la verdad atroz de la Historia,sin luz ni guía, no ha lucero,estamos sólos en el ahora y nunca.
Las callosas cobrizas alasbaten con violencia al viento,levantando una orquestal polvaredaque se transforma en tempestady amenaza con borrarcualquier lejano recuerdode lo que un día fuimoscualquier asomo de asombro al discernir un futuro.
Entre las olas del plúmbeo océanode nuestra conscienciaasoman las pútridas fauces del Leviatán,juez inmisericorde, que nos arrojócon desprecio, entre risotadas,a nuestra humana conditio.Ciegos fueron los que aceptaron, cruel regalo, presente envenenadoque, paradoja de los siglos,a la Humanidad condena .
Sólo al calor de los pechosde la sincera locura –mater amantissima-podremos contemplar el rostro bifrontede un dios, anciano como el mundoy neonato al mismo tiempo.Dios primigenio cuya luz cegadora puede guiar hasta los fértiles vallesmás allá de la cabañaque habitan los gemeloso, por el contrario, conducirnoshasta el más profundo abismoque imaginar se pueday del que ni un nuevo –por primordial- Hombre podría soñar alzarnos.
Todo fluye a nuestros piesmientras buscamos el sendero,aquel del sabio chino,que nos libera y condena, tiempoal tiempo. Caminamos seguros,o al menos eso creemos,guiados por un niñode hermosos rizos y ojos vivos, pequeños y negros, como nuestras vidas,como nuestros sueños y miedos.
Comentario de texto:
Este poema explica, como con el progreso muchas veces salen muchos inventos que solo hacen que perjudicarnos en muchos sentidos. Y estos inventos hacen que se pueda borrar toda nuestra historia destrozando el mundo con tempestades y cambios meteorologicos. Nos dejamos guiar por los niños africanos que utilizamos como esclavos.
A W. B.
El sueño de la razón produce monstruos;terribles monstruos que surgende las profundidades del bosqueque fue nuestro íntimo refugio.Atormentadores endriagosde mil rostros y cien mil manosque nos escupen a la cara la verdad atroz de la Historia,sin luz ni guía, no ha lucero,estamos sólos en el ahora y nunca.
Las callosas cobrizas alasbaten con violencia al viento,levantando una orquestal polvaredaque se transforma en tempestady amenaza con borrarcualquier lejano recuerdode lo que un día fuimoscualquier asomo de asombro al discernir un futuro.
Entre las olas del plúmbeo océanode nuestra conscienciaasoman las pútridas fauces del Leviatán,juez inmisericorde, que nos arrojócon desprecio, entre risotadas,a nuestra humana conditio.Ciegos fueron los que aceptaron, cruel regalo, presente envenenadoque, paradoja de los siglos,a la Humanidad condena .
Sólo al calor de los pechosde la sincera locura –mater amantissima-podremos contemplar el rostro bifrontede un dios, anciano como el mundoy neonato al mismo tiempo.Dios primigenio cuya luz cegadora puede guiar hasta los fértiles vallesmás allá de la cabañaque habitan los gemeloso, por el contrario, conducirnoshasta el más profundo abismoque imaginar se pueday del que ni un nuevo –por primordial- Hombre podría soñar alzarnos.
Todo fluye a nuestros piesmientras buscamos el sendero,aquel del sabio chino,que nos libera y condena, tiempoal tiempo. Caminamos seguros,o al menos eso creemos,guiados por un niñode hermosos rizos y ojos vivos, pequeños y negros, como nuestras vidas,como nuestros sueños y miedos.
Comentario de texto:
Este poema explica, como con el progreso muchas veces salen muchos inventos que solo hacen que perjudicarnos en muchos sentidos. Y estos inventos hacen que se pueda borrar toda nuestra historia destrozando el mundo con tempestades y cambios meteorologicos. Nos dejamos guiar por los niños africanos que utilizamos como esclavos.
Etiquetas: Seleccionado por Oriol Gual
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio