Blog de lengua

martes, 27 de noviembre de 2007

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar,
sino vuela un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar
rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul.
"Navega, velero mío,

sin temor, que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte
presas hemos hecho
a despecho del inglés,
y han rendido sus pendones
cien naciones a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,

que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar." [...]


comentario del poema: Es un poema valiente y se ve que el autor estaba enamorado de la mar , es un nacionalista de pies a cabeza , però de la mar.

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