Blog de lengua

martes, 27 de noviembre de 2007

El mar. La mar.

El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre,

a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste

del mar?

En sueños la marejada

me tira del corazón

se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste

acá?

Gimiendo por ver el mar,

un marinerito en tierra

iza al aire este lamento:

¡Ay mi blusa marinera;

siempre me la inflaba el viento

al divisar la escollera!

Comentario del poema:Se trata de que el mar , no es la mar . El poeta le hubiese gustado vivir en el mar porque es mucho mas tranquilo que la ciudad

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