Blog de lengua

martes, 27 de noviembre de 2007

A la Madre Naturaleza
Eterna y Omnipotente Madre Naturaleza,
Principio y Fin de todo lo que existe,
Madre amorosa de la que extraje
todo el ser vivo que soy,
y la que algún día cercano
recogerá en su seno
este cuerpo mío ¡tan viejo y cansado!
para devolver de este modo
a la tierra todo lo que es suyo,
toda la materia que forma mi cuerpo vivo
y que ella temporalmente me prestó.
Esa materia eterna, que ella sabiamente
transformará una y otra vez,
creando siempre vidas nuevas
más fuertes y jóvenes
que serán ejemplares con nuevas formas;
seres que serán eslabones
en la eterna cadena de la Vida.
En este renovarse de la Naturaleza
se cumplen invariablemente los ciclos de la Vida
que se vienen repitiendo una y otra vez,
hasta la eternidad.
Son leyes inmutables de la Naturaleza,
leyes que siguen ciegamente el precepto de:
Nacer, Crecer, Reproducirse y Morir.
Leyes que son válidas para todo ser vivo,
iguales para el mundo animal y vegetal,
hasta para el más insignificante unicelular.
Igual para el Hombre, Rey de la Creación,
que a veces se olvida que es mortal,
y que en su suficiencia y soberbia
a veces llega a creerse un dios.
Recordemos que nuestro paso
por este mundo es efímero;
que para nosotros rige el mismo precepto:
"Polvo eres y en polvo te convertirás".


Raquel Muñoz de Franco

Comentario:Yo he elegido este poema porque habla de la madre naturaleza en conjunto con las cosas que la rodean.

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