Blog de lengua

lunes, 19 de noviembre de 2007

Crepúsculo, aurora y Progreso

Poema para el Crepúsculo

Hora de soledad y de melancolía,
en que casi es de noche y casi no es de día.
Hora para que vuelva todo lo que se fue
hora para estar triste, sin preguntar por qué.


Todo empieza a morir cuando nace el olvido.
Y es tan dulce buscar lo que no se ha perdido...
¡Y es tan agria esta angustia terriblemente cierta
de un gran amor dormido que de pronto despierta!


Viendo pasar las nubes se comprende mejor
que así como ellas cambian, va cambiando
el amor,
y aunque decimos: ¡Todo se olvida, todo pasa...!
en las cenizas, a veces nos sorprende una brasa.

Porque es triste creer que se secó una fuente,
y que otro beba el agua que brota nuevamente:
o una estrella apagada que vuelve a ser estrella,
y ver que hay otros ojos que están fijos en ella.


Decimos: ¡Todo pasa, porque todo se olvida!!.
y el recuerdo entristece lo mejor de la vida.
Apenas ha durado para amarte y perderte
este amor que debía durar hasta la muerte.

Fugaz como el contorno de una nube remota,
tu amor nace en la espiga muriendo en la gaviota.
Tu amor, cuando era mío, no me pertenecía.
Hoy, aunque vas con otro, quizás eres más mía.

Tu amor es como el viento que cruza de repente:
Ni se ve, ni se toca, pero existe y se siente.
Tu amor es como un árbol que renunció a su
altura,
pero cuyas raíces abarcan la llanura.

Tu amor me negó siempre lo poco que pedí,
y hoy me da esta alegría de estar triste por tí
Y, aunque creí olvidarte, pienso en tí todavía,
cuando, aún sin ser de noche, dejó de ser de día.

José Angel Buesa
Comentario de texto:

Este poema de José Angel Buesca explica ampliamente lo que siente un hombre por una mujer, del amor no correspondido, del olvido.

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Crepúsculo, aurora y progreso

Progreso

A W. B.
El sueño de la razón produce monstruos;terribles monstruos que surgende las profundidades del bosqueque fue nuestro íntimo refugio.Atormentadores endriagosde mil rostros y cien mil manosque nos escupen a la cara la verdad atroz de la Historia,sin luz ni guía, no ha lucero,estamos sólos en el ahora y nunca.
Las callosas cobrizas alasbaten con violencia al viento,levantando una orquestal polvaredaque se transforma en tempestady amenaza con borrarcualquier lejano recuerdode lo que un día fuimoscualquier asomo de asombro al discernir un futuro.
Entre las olas del plúmbeo océanode nuestra conscienciaasoman las pútridas fauces del Leviatán,juez inmisericorde, que nos arrojócon desprecio, entre risotadas,a nuestra humana conditio.Ciegos fueron los que aceptaron, cruel regalo, presente envenenadoque, paradoja de los siglos,a la Humanidad condena .
Sólo al calor de los pechosde la sincera locura –mater amantissima-podremos contemplar el rostro bifrontede un dios, anciano como el mundoy neonato al mismo tiempo.Dios primigenio cuya luz cegadora puede guiar hasta los fértiles vallesmás allá de la cabañaque habitan los gemeloso, por el contrario, conducirnoshasta el más profundo abismoque imaginar se pueday del que ni un nuevo –por primordial- Hombre podría soñar alzarnos.
Todo fluye a nuestros piesmientras buscamos el sendero,aquel del sabio chino,que nos libera y condena, tiempoal tiempo. Caminamos seguros,o al menos eso creemos,guiados por un niñode hermosos rizos y ojos vivos, pequeños y negros, como nuestras vidas,como nuestros sueños y miedos.
Comentario de texto:
Este poema explica, como con el progreso muchas veces salen muchos inventos que solo hacen que perjudicarnos en muchos sentidos. Y estos inventos hacen que se pueda borrar toda nuestra historia destrozando el mundo con tempestades y cambios meteorologicos. Nos dejamos guiar por los niños africanos que utilizamos como esclavos.

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